09 julio 2010

PROYECTO CEREBRO AZUL



“ Nuestras elecciones y nuestras acciones resultan ser fruto de mecanismos neurales”. Así terminaba el curso de filosofía.

Dicho de esta forma, parece que veníamos de vuelta de las conexiones cerebrales, que habíamos abordado el siglo XXI con el mismo entusiasmo que de la mano de Tomás Morales navegamos por Atenas. Pero no tanto. Entramos en “ El hombre y su cerebro”, pero salir nos ha costado más trabajo.

Todos somos conscientes que el cerebro humano junto con el Universo y su origen es todavía uno de los grandes enigmas y candente retos con que se enfrenta la ciencia.

Sin embargo parece que tenemos los medios y que puede haber llegado el momento de enfrentarnos con esos profundos misterios del cerebro y la mente.

Conocemos que están en marcha un par de proyectos que posiblemente esta próxima década pueda desentrañar lo que hasta ahora pertenece a lo desconocido.

El llamado Blue Brain Poyect (Proyecto Cerebro Azul ) nace en 2.005 con apoyo Suizo. Consiste en crear un modelo computacional del cerebro de un mamífero. Necesitará enormes esfuerzos humanos, económicos y tecnológicos. Parece que este año es el disparo para que otro movimiento comenzara hablar del “ conectoma humano, una descripción estructural del cerebro ”, que denuncia que uno de los grandes defectos de la neurociencia actual es la ausencia de un mapa anatómico del cerebro, aunque ya existiera uno citoaquitectónico de Korbinian Brodmann, allá por los años veinte.

Este mapa divide la corteza cerebral humana en 52 áreas en función a la distinta densidad de tipos de neuronas que Brodmann vió al microscopio.

Aunque no hay acuerdo al día de hoy, se ha venido pensando que las distintas áreas histológicas (citoarquitectónicas) deberían corresponder a las distintas áreas funcionales o sea, cada área sería la sede de una función distinta. Donde si parece haber acuerdo es que lo importante para la función cerebral ya no es la sede o el lugar que ocupe, sino sus conexiones.

Vemos los objetos del mundo no porque esté en el lóbulo occipital , sino porque recibe impulsos que vienen del ojo. Hablemos pués de neuroimagen que aborda directamente la neurociencia de la moral o la ética, las bases neurofisiológicas de la religión, de la voluntad, de la conciencia.

Podríamos haber pisado estos terrenos aunque tímidamente, incluso en el área 10 de Brodmann y es, que una de las más interesantes conclusiones que salen a la luz es que áreas cerebrales que en su momento se han llegado a consideran incluso como áreas “silentes”, están totalmente implicadas en muchos de los procesos cognitivos del mas alto nivel

Pongamos el área 10 de Brodmann en el polo frontal de nuestra cabeza, implicada en la memoria operativa, en la personalidad, en la inteligencia, en la toma de decisiones, lenguaje y una interminable lista de funciones,entonces, ¿cuál es la función del área 10? . Es tan abstracto dentro de nuestros sistemas neurológicos jerárquicos, que es muy difícil entender o comprender qué es lo que hacen.

Es muy importante conocer en profundidad y detalle las conexiones de cada una de las partes de nuestro cerebro, lo que en realidad persigue el Proyecto de Conectoma Humano auspiciado por el Instituto Nacional de la Salud norteamericano.

El nombre de conectoma da una idea no sólo de que su objetivo son las conexiones sino que el proyecto se hace inspirado en el genoma humano.

Es importante conocer que igual que hay un genoma común a todos los seres humanos, cada uno tenemos una combinación personal única de información genética, las conexiones de nuestro cerebro y, por tanto, lo que definiría sus funciones, serían a la vez únicas de la especie humana y únicas en el individuo. Nuevamente podemos pensar que la neuroimagen está permitiendo descubrir cada una de las inmensas redes que conectan unas zonas con otras.

Lo que es prácticamente imposible descubrir con un microscopio, la imagen por resonancia magnética, como la tractografía cerebral, están permitiendo conocer al detalle las auténticas autopistas de la comunicación dentro del cerebro humano. Es más, esto se hace en cerebros vivos, en pleno funcionamiento, lo que permite no sólo ver las conexiones sino cuales de ellas se utilizan según qué circunstancias.

Uno de los más sorprendentes hallazgos ha sido la constatación de que las regiones parietales son el lugar donde confluyen mas vías de comunicación procedentes del resto del cerebro, siendo además la más activa en condiciones de reposo.

El Proyecto Conectoma Humano es quizás menos ambiciosos que el Proyecto Cerebro Azul, pero es sin dudad una estación necesaria para desvelar los misterios del cerebro humano.


Francisco Oses
Junio 2010
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